39. La Iglesia:
Su Organización y Ordenanzas
por Lewis Sperry Chafer
A. GOBIERNO DE
LA IGLESIA
La iglesia, como cuerpo de Cristo, comprende a todos los cristianos
que se han unido a Cristo
como cabeza del cuerpo por medio del bautismo del Espíritu. La iglesia como un organismo ha
sido ordenada sobre la base del mismo principio del cuerpo humano, porque cada parte se relaciona con las demás partes y todo el cuerpo se relaciona
con la cabeza que dirige el cuerpo.
El cuerpo de Cristo no necesita esencialmente de una organización,
puesto que su relación es espiritual y sobrenatural.
Sin embargo, en la iglesia local, tanto en los tiempos bíblicos como ahora, es necesario tener cierta organización en la práctica.
En la historia de la iglesia se encuentran
tres formas de gobierno
de la iglesia, cada una de las cuales
tiene sus raíces en los tiempos
apostólicos.
1. La forma episcopal de gobierno reconoce
un obispo, o dirigente eclesiástico, como quiera
que se le denomine, que, en virtud de su oficio,
tiene poder de dirigir la iglesia local. Esto ha
dado origen a la compleja organización
de la Iglesia Católica Romana, o a los sistemas más sencillos de la Iglesia
Episcopal y de la Iglesia Metodista, en las que se designan obispos para
supervisar las actividades de las iglesias en una
determinada área.
2. Una forma representativa de gobierno
que
reconoce la
autoridad de
representantes debidamente designados
par Las iglesias locales, normalmente agrupadas geográficamente, cono
es el caso de las iglesias reformadas y presbiterianas. Los representantes de un grupo de iglesias
locales (presbiterio) a veces quedan bajo
la jurisdicción
de un cuerpo mayor
o sínodo, el que a su vez puede quedar bajo la autoridad de un cuerpo mayor denominado asamblea general. Aunque
varían las reglas y la extensión del poder, la idea es que la autoridad constituida de la iglesia la ejercen representantes debidamente elegidos.
3. La forma congregación al de gobierno es aquella que pone la autoridad en la congregación
local, y los asuntos importantes son decididos
por las congregaciones sin considerar la autoridad de otras iglesias u oficiales.
Esta forma de gobierno se ve en las iglesias congregaciónales, las iglesias de los discípulos
y en las iglesias
bautistas. Aunque
las iglesias locales
pueden estar sometidas
en algún grado
a cuerpos mayores, comités u oficiales,
el concepto de una iglesia
congregacional es que la iglesia
local determina sus propios asuntos, elige y ordena sus ministros
y dirige el uso de sus ingresos.
En cierta medida se ven las tres formas de gobierno en la iglesia
primitiva. Algunas de las
iglesias primitivas reconocen
que los apóstoles tienen la autoridad
primaria. Sin embargo, esto parece haber acabado junto con la primera generación
de cristianos. En el concilio de Jerusalén
se ilustra el gobierno representativo. (Hch. 15), donde los apóstoles y ancianos reunidos
fueron considerados como una
autoridad en cuestiones doctrinales surgidas en las iglesias.
Sin embargo,
estrictamente hablando, ellos no habían sido elegidos
ni eran representantes de la iglesia en el
sentido moderno. A meda
que
las iglesias
maduraron
y
ya no necesitaron
la supervisión
apostólica, parece que el gobierno fue pasando a las iglesias
locales mismas. Esta parece ser la situación en• el caso de las siete iglesias de Asia mencionadas en Apocalipsis 2- 3, las cuales no
estaban sujetas a autoridad humana aunque permanecían
bajo la autoridad de Cristo mismo. Es dudoso
si las Escrituras
autorizan un gobierno extenso complejo como el que a veces se ve en la
iglesia, moderna, y parecería necesario
volver a la sencillez
bíblica.
B. EL ORDEN
DE LA IGLESIA
El concepto de orden eclesiástico se relaciona con quiénes tienen
la autoridad en la iglesia local y proporcionan
el liderazgo para ella. En el Nuevo Testamento la iglesia local incluía a las personas designadas como obispos
y ancianos y que eran los líderes responsables de la iglesia
local. Es probable que los obispos y ancianos fueran las mismas personas
aunque los títulos eran algo diferentes en significado.
El concepto de anciano
en el Nuevo Testamento derivó probablemente de los ancianos que ejercían la autoridad
sobre Israel (Mt. 16:21; 26:47, 57; Hch., 4:5, 23) y señalaba a una persona madura en juicio
y digna de una posición de autoridad.
De aquí que un anciano fuera una
persona que tenía cualidades
personales que lo calificaban para el liderazgo, mientras el término
«obispo» o «sobreveedor» describía el oficio o función de la persona. El obispo
era siempre
anciano, pero un anciano no siempre era obispo bajo ciertas circunstancias, esto es, podía tener
las cualidades
sin ejercer el oficio. Parece que normalmente las palabras habían sido usadas en
un sentido
idéntico en la
iglesia primitiva (Tit. 1:5, 7).
En la era apostólica
los obispos y ancianos en una iglesia local
eran varios, aunque quizás
algunos tenían más autoridad como líderes
que otros. Los obispos y ancianos recibían la carga de ciertas responsabilidades tales como gobernar
la iglesia (1 Ti. 3:4-5;
5:17), tenían que proteger la iglesia contra el error moral o teológico
(Tit. 1:9) y debían dirigir o supervisar
la iglesia en la forma que un pastor lo haría con su rebaño (Jn. 21:16; Hch. 20:28; He. 13:17; 1 P. 5:2). Aunque
eran designados por los
apóstoles, parece que a medida que las iglesias
maduraban la iglesia misma era
la que
hacía las designaciones, y la designación
era
un
reconocimiento
de
sus cualidades espirituales que los calificaban para los puestos de liderazgo
(Hch. 14:23; 20:28; Tit.
1:5; 1 P. 5:2).
Además
de los ancianos y obispos, otros eran designados
diáconos. En la iglesia primitiva
se preocupaban en el cuidado de los necesitados y en ministrar a las necesidades
físicas, aunque también
podían tener dones espirituales (Hch. 6:1-6; 1 Ti. 3:8-13). Como los ancianos,
eran apartados para su oficio por los apóstoles (Hch. 6:6; 13:3; 2 Ti. 1:6) o podían ser nombrados por los
ancianos (1 Ti. 4:14) en la iglesia
primitiva. Como en el caso de ancianos y obispos, debe
hacerse distinción entre el oficio de diácono y el ministerio que un diácono pudiera desarrollar.
Felipe es una ilustración de una persona
que tenía el oficio de diácono
pero que por don
espiritual era un evangelista (Hch. 6:5; 21:8).
En la iglesia de hoy algunas iglesias tienden a reconocer
un solo pastor como el anciano y a
los demás oficiales que le asisten
en las tareas espirituales como diáconos.
Sin embargo, esto
parece no estar basado en una
práctica bíblica.
C. ORDENANZAS DE
LA IGLESIA
La mayor parte de las iglesias
protestantes reconocen solamente dos ordenanzas: el bautismo y la cena del Señor. Las excepciones
las constituyen ciertos cuerpos eclesiásticos que, entre las ordenanzas, incluyen el lavamiento de los pies, en la forma que Cristo lavó los pies a los discípulos (Jn. 13).
La
Iglesia Católica
Romana
agrega un cierto
número de ordenanzas.
Solamente el bautismo y la cena
del Señor son universalmente reconocidos.
1. La ordenanza del bautismo con agua se ha visto sujeta a incontables controversias durante
la historia de la
iglesia y ha traído como resultado
importantes
divisiones en la iglesia organizada. En general, las discusiones
han caído sobre dos puntos importantes: 1) si el bautismo
con agua es solamente un ritual o realmente otorga algún beneficio espiritual al receptor; 2) la cuestión del modo, si
el bautismo es por inmersión o si puede administrarse válidamente por efusión, refiriéndose al bautismo por rociamiento o por
efusión de agua sobre el bautizado.
Los que sostienen que el bautismo con agua es un ritual, creen que representa
una verdad espiritual, pero que en sí mismo no otorga ninguna gracia sobrenatural a la persona bautizada.
El concepto de que’ el bautismo es un ritual es la mejor interpretación. Quienes sostienen que el
bautismo con agua
confiere alguna gracia especial varían
ampliamente en la medida que el bautismo beneficia
a la persona bautizada.
Algunos creen en la regeneración bautismal, esto es, que el agua aplicada en el bautismo
afecta el nuevo
nacimiento del creyente; otros sostienen
que solamente provee una gracia o inclinación hacia
la
fe y obediencia del evangelio. Quienes
se oponen a la idea del bautismo como sólo un ritual se refieren al bautismo como un bautismo real inseparablemente relacionado con el bautismo del Espíritu y el nuevo nacimiento del creyente.
El segundo problema surge en conexión con el modo del bautismo. Aquí la controversia gira
en torno
a la cuestión de si la palabra «bautizar» se usa en sentido primario o secundario. El significado primario de bautizar es «sumergir» o «meter en» algo, agua por ejemplo. La palabra
griega que significa «zambullir» no se usa para
dar
la idea
de
bautismo
con
agua. Consecuentemente algunos argumentan que el bautismo se usa en el sentido secundario de iniciación según el cual uno pasa de una relación antigua a una nueva relación.
Cristo se refirió a su muerte como un bautismo (Mt. 20:22-23), y los israelitas que pasaron el
mar Rojo sin que el agua los tocara son
señalados como bautizados
en la nube y en el mar (1 Co.
10:2). En esto se basa el argumento que dice que la inmersión
física en agua no es necesaria en
el bautismo bíblico.
En la historia de la iglesia
surgió la práctica
del derramamiento de agua sobre
la persona bautizada en cumplimiento del símbolo del derramamiento del Espíritu en la salvación, o la aplicación de agua en cantidad
menor, bautismo que se llama por aspersión. La historia de esta doctrina
se ha caracterizado por discusiones sin fin. En algunos casos, como el ejemplo del
bautismo de Cristo, las implicaciones parecen señalar que fue bautizado por inmersión.
En otros casos, como en el
bautismo del carcelero de Filipos (Hch.
16:33), se sostiene que es muy
improbable que el carcelero y su casa pudieran haber sido sumergidos
en la oscuridad
de la mañana antes del amanecer, y el bautismo normalmente tendría que haber sido por rociamiento mientras
aún estaban en la casa.
Como el bautismo por inmersión
es reconocido
por
todos como
un
bautismo ritual, la tendencia ha sido seguir este modo en muchas iglesias
evangélicas en vez de entrar en la
controversia de si la efusión es el modo legítimo de bautismo. Sin duda, se ha dado excesiva
importancia al modo de bautismo, ya qué la cuestión más importante es si el
individuo ha nacido de nuevo y ha sido bautizado
por el Espíritu Santo en el cuerpo de Cristo. En los diccionarios bíblicos se pueden encontrar argumentos en pro y en contra de las’ diversas definiciones del modo y
el significado del bautismo.
Otro problema que surge en torno al bautismo como un ritual
es la cuestión
del bautismo
infantil en oposición al ‘bautismo de creyentes. Hay relativamente poca evidencia bíblica parra
el bautismo
infantil. Sus adherentes normalmente consideran
el bautismo
infantil
como
la expresión
contemporánea
de
la
separación de un hijo
para Dios,
acto
que
en
Israel era
representado por la circuncisión. Aun cuando hubo bautismo de familias completas, como en
Hechos 16, que incluían
presumiblemente algunos niños, no hay un caso claro de bautismo
infantil en la Biblia. Consecuentemente, la mayoría de los evangélicos prefieren un servicio de dedicación, dejando el bautismo con agua para el momento en que haya un reconocimiento de
una fe verdadera en Cristo de
parte de personas que tienen edad suficiente
para hacer esa decisión con discernimiento.
La práctica del bautismo infantil
sólo puede ser una expresión de la confianza
y esperanza de los padres de que su hijo finalmente llegará a la salvación. En todo caso, el bautismo de adultos
debiera seguir a la evidencia de una fe verdadera en Cristo. Aunque el modo de! bautismo no
está
necesariamente unido a la
cuestión del
bautismo infantil,
los infantes, generalmente
hablando, son bautizados
por afusión y no por inmersión,
y quienes aceptan la inmersión como el único modo de bautismo, generalmente aceptan únicamente el bautismo de personas que han
puesto su fe en Cristo.
Sea cual fuere el modo del bautismo, el significado final es que el creyente es separado de lo
que era sin
Cristo para ser lo que es en Cristo, participando en los beneficios de la muerte y
resurrección de Cristo. La iglesia
primitiva observó el rito del bautismo en forma constante, y prácticamente todas las ramas de la iglesia practican el bautismo en alguna forma en el día de
hoy.
2. La ordenanza de la cena del Señor fue instituida la noche antes de la crucifixión de Cristo como una representación simbólica
de la participación del creyente en los beneficios de su
muerte. Como tal, ha sucedido a la Pascua que los judíos han celebrado
permanentemente desde
su salida de Egipto.
Según la exposición dada en 1
Corintios 11:23-29,
al ordenar a sus discípulos que comieran el pan, Jesús les dijo que el pan representaba su cuerpo que sería sacrificado
por ellos. Debían observar este ritual durante su ausencia en
memoria de
Cristo. Cristo declaró
que la copa de vino era
el nuevo pacto en su sangre;
al beber de la copa recordarían a Cristo especialmente en su muerte. Debía observar esta, celebración hasta su regreso.
La historia de la iglesia ha visto interminables
controversias en torno a la cena del Señor. En general
se han destacado
tres
puntos de
vista principales. La Iglesia Católica Romana ha sostenido la doctrina de la «transubstanciación», esto es, el pan y ‘el vino se transforman en el
cuerpo y la sangre de Cristo y la persona que participa
en ellos está participando literalmente en
el cuerpo y la sangre de Cristo, "aunque sus sentidos puedan reconocer que los elementos siguen
siendo pan y vino. Un segundo punto
de vista es sustentado
por los luteranos
y se le llama
«consubstanciación», aunque la palabra no es aceptada por los luteranos. Este punto de vista sostiene que, aunque, el pan sigue siendo pan y. el vino sigue siendo vino, en ambos elementos está, la presencia
del cuerpo de Cristo, y de este modo uno participa del cuerpo de Cristo al
observar la cena del Señor.
Un tercer punto de vista sustentado
por Zuinglio es llamado punto de vista conmemorativo
y sostiene que la observancia de la cena del Señor es una «conmemoración» de su muerte sin que
ocurra ningún cambio
sobrenatural en los elementos. Calvino sostuvo una variante de esto según la cual Cristo estaba
espiritualmente en los elementos.
Las Escrituras
parecen apoyar el
punto
de vista
conmemorativo, y los elementos
que
contendrían o simbolizarían la presencia de Cristo serían más bien un reconocimiento de su
ausencia. En armonía
con esto, la cena del Señor debe ser celebrada hasta
que El venga.
Una observancia adecuada
de
la cena del
Señor
debe
tener en
cuenta
‘las
cuidadosas
instrucciones del apóstol Pablo en 1 Corintios 11:27-29. La cena del Señor debe observarse con
la debida reverencia y después de un auto examen. El que participa de la cena de una manera descuidada o indigna acarrea condenación sobre sí. Pablo dice: «Por tanto, pruébese cada uno a sí mismo, y coma
así del pan y beba de la copa (1 Co.
11:28).
Muchos cristianos
han considerado, con mucha justicia,
que la cena del Señor es un momento sagrado
de conmemoración de la muerte de
Cristo y de todo lo que ello significa para el
cristiano
individual.
Como Pablo lo dice, es un tiempo de examen interior, un momento de confesión de
pecados y de restauración. Además, es un recordatorio de los maravillosos
beneficios que han
alcanzado a cada creyente
por medio de la muerte de Cristo.
Así como la cena del Señor
señala hacia el hecho histórico de la primera venida
de Cristo y su muerte en la cruz, debe también señalar hacia su segunda
venida cuando la observancia de la
cena del
Señor
cesará. Aun
cuando
no
se da una indicación clara de
la frecuencia
de
la observancia, parece probable que los cristianos primitivos la practicaban con frecuencia, quizás una frecuencia de una vez
a
la semana cuando se reunían el primer » día para celebrar la resurrección de Cristo. En todo caso, la observancia de la cena del Señor no debiera ser distante
en el tiempo, sino en obediencia respetuosa
y adecuada a su mandamiento de hacerlo hasta que El venga.
PREGUNTAS
1. Hacer un contraste entre los conceptos de la iglesia como un organismo y la iglesia como una organización.
2. ¿Cuáles son las tres formas de gobierno de la iglesia
que se encuentran en la historia eclesiástica?
3. ¿Cuáles son las características
esenciales de la forma episcopal de gobierno?
4. ¿Cuáles son las características de la forma representativa de gobierno, y cómo se ve en algunas denominaciones del presente?
5. ¿Cuáles son las características de
la forma de gobierno
congregacional, y cómo está
representado en las iglesias de hoy?
6. ¿En qué sentido se encuentra el gobierno episcopal en la iglesia primitiva?
7. ¿Cómo se
ilustra el gobierno
representativo en la Iglesia primitiva?
8. ¿En qué forma se reconoce el gobierno congregacional en la
iglesia primitiva?
9. Según las Escrituras, ¿qué son los
obispos y ancianos, y qué distinción
hay
entre ellos?
10. ¿Cuáles eran las responsabilidades
de un obispo?
11. ¿Cuál era el oficio de un diácono,
y qué responsabilidades se
les daban?
12. ¿Cuáles son las principales ordenanzas de la iglesia?
13. ¿Qué adiciones
a las
acostumbradas dos ordenanzas hay en la actualidad?
14. ¿Qué se quiere decir cuando se afirma que el
bautismo es considerado un ritual?
15. ¿Cuál es el sentido
del bautismo cuando
se sostiene que tiene beneficios espirituales
reales?
16. ¿Cuáles son los diferentes puntos de vista
acerca del modo del
bautismo?
17. ¿En qué forma se relaciona
el modo con los significados primario y secundario de la
palabra «bautizar»?
18.
¿Qué ilustraciones se encuentran en el Nuevo Testamento
del
bautismo
en
sentido secundario?
19. ¿Qué ejemplo
se cita en apoyo de la
inmersión?
20. ¿Qué ejemplo
se cita en apoyo de la
afusión, ya sea el rociamiento o la aspersión?
21. ¿Qué tanta importancia tiene el modo de!
bautismo?
22. ¿Por qué
sostienen algunos el bautismo infantil?
23. ¿Por qué
se oponen algunos al bautismo infantil
como enseñanza bíblica?
24. Si se practica el bautismo infantil, ¿cuál es
la limitación en su significado?
25. ¿Cuál es el significado final del bautismo sin consideración del modo?
26. ¿Cuándo fue instituida la cena del
Señor?
27. ¿Qué instrucciones dio Cristo
a sus discípulos acerca del
significado del pan y el vino?
28. ¿Cuáles son los tres puntos de vista principales
acerca de la cena del Señor?
29. ¿Qué se entiende por doctrina de la transubstanciación, y quién sostiene ese punto de vista?
30. ¿Qué punto
de vista sostiene la iglesia luterana generalmente?
31. ¿Cuál es el punto de vista conmemorativo
de Zuinglio, y
qué variante sostuvo Calvino?
32. ¿Qué punto
de vista acerca de la cena del Señor parece tener
más
apoyo bíblico?
33. ¿Qué preparación
es necesaria para participar
en la cena del Señor?
34. Describir el doble significado de la cena del Señor
con referencia a la historia y la
profecía.
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