35. La Iglesia:
Sus Miembros
por Lewis
Sperry Chafer
A. La iglesia como el propósito presente de Dios.
En el Nuevo Testamento se revela que la iglesia
es el propósito
central de Dios en la edad
actual. En contraste con el propósito
de Dios para con
individuos y naciones
del Antiguo Testamento y el propósito mayor para la nación de Israel, se revela que la iglesia es la compañía
de creyentes formada
por judíos y gentiles que son llamados
a salir del mundo y se
juntan en una unión viva por el bautismo del
Espíritu.
En general, el concepto de iglesia se divide en dos grandes categorías. El énfasis principal
en el Nuevo Testamento está en la iglesia
como organismo, la unión viva de todos los verdaderos creyentes en Cristo. Esta es la verdad distintiva
que se presenta a partir del día de Pentecostés,
con el advenimiento
del Espíritu, y que acaba con la venida de Cristo por su iglesia,
en la cual la
iglesia será arrebatada
fuera del mundo y llevada al cielo.
Sin embargo, otro concepto es el de iglesia local o iglesia
organizada. Es el cuerpo
de los creyentes que profesan ser cristianos y se reúnen en una localidad o un grupo de tales asambleas
locales (1 Co. 1:2; Ga.
1:2; Fil. 1:1).
La palabra "iglesia" es una traducción de una palabra griega: "ekklesia", y frecuentemente se
usa para designar cualquier asamblea o congregación de personas reunidas con fines religiosos
o políticos. La palabra realmente significa "llamados fuera". En la Grecia antigua las ciudades
se gobernaban por un sistema puramente democrático en que todos los ciudadanos
del pueblo se reunían para decidir sobre los
asuntos de interés mutuo. Como eran "llamados fuera" de sus ocupaciones ordinarias a una asamblea en la cual podrían votar, la palabra llegó a significar
el resultado de aquellas convocatorias, esto es, designó a aquellos que se reunían.
Esta palabra se encuentra
con frecuencia en
la Septuaginta,
versión griega
del Antiguo Testamento, y designa a las diversas asambleas del Antiguo Testamento. Se usa en un sentido similar en pasajes tales como Hechos 7:38 y 19:32, donde la palabra se usa sencillamente para una
multitud reunida. Sin embargo, cuando
se usa para la iglesia como cuerpo de Cristo se convierte en una palabra técnica que se refiere a los que han sido llamados fuera del mundo para reunirse en una unión viva con Cristo. Este concepto no se encuentra en el Antiguo Testamento, aun cuando Israel a veces se reunía con propósitos
religiosos. La palabra, cuando se usa para los salvados, se aplica específicamente a la compañía de los salvados durante la presente era y que se encuentran en el cielo y en la tierra.
B. La iglesia: Una revelación
del Nuevo Testamento.
Por cuanto no se encuentra en el Antiguo Testamento el concepto de una iglesia formada por judíos y gentiles que son salvados y
reunidos para la vida eterna, solo el Nuevo Testamento da
la revelación divina sobre este importante tema. En
el plan de Dios era necesario
que Cristo viniera primero para morir en la cruz, fuera resucitado de entre los muertos y ascendiera
a los cielos. Con la venida del Espíritu Santo
en el día de Pentecostés,
sin embargo fue posible que Dios
cumpliera su propósito de tener una compañía especial de creyentes sin tener en cuenta la distinción entre Israel y los gentiles y cada
uno
de ellos con su propio lugar en el propósito eterno de Dios.
Según Hechos 2, confirmado por la experiencia
de Cornelio en Hechos
10, los creyentes en Cristo fueron bautizados por el Espíritu (1 CO. 12:13) y llegaron
a ser miembros los unos de los otros
con el advenimiento del Espíritu Santo. Desde Pentecostés-es hacia adelante cada creyente
que llegó a la salvación fue hecho miembro del cuerpo de Cristo, como vimos previamente en la doctrina del bautismo del Espíritu Santo. Una vez que la iglesia esté completa y sea arrebatada
en el rapto al cielo, el
propósito
divino volverá a hacer la distinción
normal entre judíos y
gentiles que sean salvos
durante el período de prueba que seguirá al
arrepentimiento y en el reino milenial.
C. El judío,
el gentil y la iglesia
de Dios.
En la era actual, la Biblia reconoce tres grandes divisiones
en la familia humana: el judío, el
gentil y la iglesia
de Dios (1 Co. 10:32). La observancia de estas distinciones es de gran importancia para comprender
el propósito presente de Dios.
1. Los
judíos o hijos de Israel son la nación
que surgió de Abraham siguiendo
la línea de Isaac y Jacob, y que, según el propósito y la promesa divina, son el pueblo terrenal escogido por Dios.
Esta nación ha sido milagrosamente preservada hasta el tiempo actual
y, según las profecías,
todavía será el pueblo dominante y
glorificado de la
tierra en la edad del reino venidero (Is. 62:1-
12).
Las promesas eternas de Jehová a su pueblo no pueden ser alteradas. Estas promesas incluyen una entidad nacional (Jer. 31:36), una tierra (Gn. 13:15), un trono (2 S. 7:13), un rey (Jer. 33:20-
21) y un reino (2 S. 7:16). En la fidelidad de Dios, sus promesas, que son primariamente terrenales en carácter, han sido cumplidas hasta el momento presente y serán cumplidas por toda
la eternidad;
porque se dice que cada uno de estos pactos es
eterno en duración.
Cuatro palabras
describen la operación del propósito divino en este pueblo: "escogidos",
"dispersos", "reunidos", "benditos". Es obvio que fueron escogidos y que ahora están dispersos entre las naciones de la tierra. Todavía falta que sean reunidos y bendecidos. El ministerio peculiar de este pueblo
se encuentra en Romanos
9:4-5 (cf. con Gn. 12:3).
2. Los gentiles son La vasta multitud incontable, excluidos Los
israelitas, que han vivido en la tierra desde Adán hasta ahora. Aparte de ciertos individuos, no hay noticias de que, en el período desde Adán hasta Cristo, Dios haya tenido alguna relación especial, o haya extendido alguna promesa inmediata a los gentiles. Sin embargo, las profecías del Antiguo Testamento predicen grandes bendiciones
terrenales que vendrían
sobre los gentiles en el reino venidero sobre la
tierra, y en la era actual participarían al igual
que los judíos en los privilegios
del evangelio.
3. La iglesia de Dios no se refiere a la membresía
de iglesias organizadas, sino a toda la
compañía de los redimidos que habrán sido salvos durante La era actual. Son un pueblo distinto porque: a) todos los individuos que la forman han nacido de nuevo, entran en el reino de Dios
(Jn. 3:5) y han sido destinados
a ser conformados a la imagen de Cristo (Ro. 8:29); b) ya no
están en Adán participando de la ruina de la vieja creación (2 Co. 5:17), sino que están en Cristo participando de la nueva creación,
de todo lo que Cristo es en la vida y gloria de su resurrección (Ef. 1:3; Col. 2:10); c) a la vista de Dios es cambiada
su nacionalidad, porque están sobre una
nueva base en la que no hay judío ni gentil, sino que Cristo es el todo en todos (Col. 3:11); d)
ahora son ciudadanos del cielo (Fil. 3:20; Col. 3:3) y todas sus promesas, sus posesiones
y su posición son celestiales (2 Co. 5: 17-18). De este
modo
este pueblo celestial se distingue
de todos los demás pueblos de la tierra.
D. La iglesia formada por judíos y gentiles.
Ya han sido señaladas las respectivas posiciones terrenales de judíos y gentiles. A esto debe
añadirse que durante la era actual, y para los propósitos de la gracia, Dios ha colocado
a judíos y gentiles sobre
una base común (Ro. 3:9). Se dice que
ambos
están "bajo pecado", lo que significa que ahora están limitados a la
salvación por gracia solamente.
El cambio en el programa divino, en la muerte de Cristo, del reconocimiento de una nación
favorecida a un llamamiento de individuos
tanto judíos como gentiles fue algo dificilísimo de entender para los judíos. El judío no comprendió
que sus pactos habían
sido puestos a un lado
por un tiempo, pero que no habían
sido abrogados. Las luchas
de la nación con este problema
están en el libro de los Hechos.
El judío se encuentra
desajustado hasta el día de hoy en relación con este programa, y se ha predicho de él que permanecerá cegado en parte hasta que la iglesia sea llevada de este mundo (Ro. 11:25), después de lo cual el Libertador vendrá a Sión y quitará la impiedad de Jacob. Se
afirma que éste es el pacto de Dios con ellos, cuando El quite sus pecados (Ro. 11:26-27). Sin embargo,
por la predicación
del evangelio, tanto judíos como gentiles están siendo salvados ahora y la
iglesia está siendo edificada. El apóstol
dio instrucciones de que el evangelio sea predicado primeramente
al judío (Ro. 1:16), y su propio ministerio fue ordenado de acuerdo
con ese programa (Hch. 17:1-3).
Como se ha sugerido, al apóstol Pablo le fueron dadas dos revelaciones: una, el evangelio de la gracia de Dios, probablemente cuando estaba en Arabia al comienzo de su ministerio (Ga.
1:11-12), y la otra, de la iglesia como cuerpo de Cristo, probablemente mientras estuvo en la cárcel (Ef. 3: 3-6). El rasgo vital de la segunda revelación es que de las dos fuentes —judíos y
gentiles— Dios está formando un nuevo cuerpo (Ef. 2:15).
Este era un misterio, esto es, un
secreto divino aún no revelado.
No es secreto que Dios tenía propósitos para Israel o para los gentiles,
puesto que éste es el tema del Antiguo Testamento en las profecías;
pero el secrete escondido en Dios era la creación de un nuevo
orden celestial de seres escogidos de judíos
y gentiles.
E. Membresia de
la iglesia.
La respuesta a la pregunta "¿Puede una persona ser salva y no ser miembro de la iglesia? depende del significado
que se le dé a la palabra "iglesia". Es obvio que una persona puede ser cristiana y no ser miembro de una iglesia local. En realidad todos debieran ser salvos antes de
hacerse miembros de una iglesia; y si se es salvo, es normal que
un individuo busque
la comunión del pueblo de Dios en una u otra
forma.
Por otra parte, es imposible ser salvo y no ser miembro le la iglesia de las cual Cristo es la cabeza; porque una parte de la obra divina en la salvación
es la unión del salvado con Cristo por el bautismo con
el Espíritu
Santo (1 Co. 12:13). Cuando se usa en conexión
con la obra del Espíritu, "bautizar" es una palabra de significado discriminatorio y traspasa los limites de la
ordenanza exterior del bautismo con
agua y representa el ministerio del Espíritu en favor del
creyente
que
tiene los
efectos de mayor
alcance que
cualquier
otra empresa
divina en la salvación. No es sorprendente que Satanás haya tratado de distorsionar el significado
claro del bautismo con el Espíritu y el ministerio divino que él representa; porque solamente sobre la base
de este ministerio podemos comprender
las riquezas de la gracia divina o entrar en el gozo
celestial, con su impulso a una vida santa que estas
riquezas imparten.
En la tierra la iglesia se ve como una banda peregrina
de testigos. No son de este mundo, así
como Cristo no es de este mundo (Jn. 17:16), y como el Padre ha enviado al Hijo al mundo, el Hijo ha enviado a estos testigos
por el mundo. "Aún
no se ha manifestado" (véase Col. 3:4; 1 Jn.
3:2) lo que ellos son por las riquezas de la gracia. Por ser el pueblo celestial en contraste con
Israel el pueblo terrenal, la iglesia—glorificada
en
la realización
de su
propósito divino— aparece en
los cielos
como la
esposa del
Cordero, reinando
juntamente con el Rey, y participando
para siempre en la gloria del eterno Hijo de Dios.
PREGUNTAS
1. ¿Cuál es el contraste entre los propósitos de Dios para la iglesia y los propósitos de Dios para individuos y naciones en el Antiguo Testamento?
2. ¿Cuáles son las dos categorías principales en el concepto de Iglesia?
3. ¿Cuál es el significado original de la palabra "iglesia"?
4. ¿Qué uso se le da a la palabra "iglesia" en el Antiguo Testamento, y cuál es la diferencia
en el uso para referirse a la iglesia que es el cuerpo de Cristo?
5. ¿Qué era necesario cumplir en el plan de Dios antes del advenimiento del Espíritu en el día
de Pentecostés?
7. Nombrar
las tres grandes
divisiones de la familia humana en la era actual y definirlas.
8. ¿Cuáles son algunas de las promesas eternas que Dios
ha dado a Israel?
9. ¿Qué promesas ha dado
Dios a los gentiles?
10. ¿En qué sentido es la iglesia una compañía
distinta de personas?
11. ¿Sobre qué base común ha puesto Dios al judío y al gentil en la era actual?
12. ¿Qué sucedió
con los pactos de Israel en
la era actual?
13. ¿Cómo se
caracteriza a Israel durante la era
actual, según Romanos 11:25?
14. ¿Que sucederá a Israel
después del arrebatamiento de la iglesia?
15. Nombrar
y definir las dos
grandes revelaciones dadas al
apóstol Pablo.
16. ¿Qué relación
hay
entre la salvación de un
individuo y su membresía de la iglesia?
17. ¿Es posible
ser salvo sin ser miembro
de la iglesia como cuerpo
de Cristo?
18. ¿Cuá1 es
el destino de la iglesia después de la era actual?
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