23. Satanás: Su Personalidad y Poder por
Lewis Sperry Chafer
Satanás fue creado originalmente como el ser más elevado
entre los criaturas morales de Dios, aunque
hay un abismo de diferencia inmensurable entre este príncipe de los seres creados por el
Señor y las tres Personas de la Deidad, las cuales no fueron creadas y existen en sí mismas para siempre.
A. LA PERSONALIDAD
DE SATANAS
Puesto que Satanás no se
manifiesta
en forma
corpórea, el
hecho
de su existencia debe aceptarse, como en el caso de la Divinidad y de
todas las huestes angélicas, a base de la evidencia
ofrecida en las Escrituras.
Cuando se considera esta evidencia
notamos lo siguiente:
1. Satanás fue creado como una persona.
En Colosenses 1: 16 se declara
que la creación se llevó a cabo por
Cristo y que «todas las cosas que
hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles,
sean tronos, sean dominios,
sean principados, sean potestades», todo fue creado por El y para El. El tiempo de la creación de
los ángeles no es revelado
más allá del hecho
de que este evento precedió probablemente a la
creación de todas las cosas materiales y que a su vez fue precedido
el mismo por la existencia eterna de Dios, de la cual
se da testimonio en Juan 1:1-2.
Entre todas las huestes celestiales sólo hay un ser cuya creación
se menciona en particular:
Satanás. Esto indica la supremacía de la que él disfruta respecto a todas las criaturas
invisibles de Dios.
En Ezequiel 28:11-19 leemos la lamentación
que se dirige al «Rey de Tiro»; pero si bien es cierto que este pasaje podía tener una aplicación
inmediata y parcial al rey de esa ciudad, es evidente también que las palabras del profeta tienen en vista al ser que es supremo entre todas las
criaturas de Dios, pues
del personaje aquí mencionado se dice que «está lleno de sabiduría, y acabado en hermosura»; que había estado «en Edén, en el huerto de Dios» (probablemente el
primitivo Edén de la creación
original de Dios, y no el Edén de Génesis 3); que fue creado según
el plan divino y ungido como el querubín sobre el monte santo, el cual, de acuerdo al simbolismo
bíblico, representa el trono o el centro
donde Dios ejerce su poder en el gobierno de todas
las cosas. Esta descripción, que no podría corresponder a la persona y experiencia de ninguno de los reyes de Tiro, es posible aplicarIa
solamente a Satanás, tal como él era antes de su pecado y de su correspondiente caída
del lugar que había ocupado.
2. Satanás desempeña todas todas las funciones de una persona.
De las muchas porciones bíblicas que ponen de relieve la personalidad de Satanás pueden notarse
las siguientes:
a) Isaías 14: 12-17. Contemplando a Satanás como si estuviera ya terminada su carrera y como si
hubiera sido ya definitivamente juzgado en el fin de los tiempos, el profeta
le da el título de
«Lucero, hijo de la mañana», y lo trata como a un ser que ha caído de su estado original
y de su primitiva gloria. El que «debilitaba a las naciones» (v. 12) es también culpable de haber opuesto
su propia voluntad a la de Dios en cinco particulares aquí revelados; y tanto en este pasaje como
en Ezequiel
28:15 se dice que el pecado de Satanás
fue un propósito secreto que
estaba escondido en lo profundo de su corazón, pero que
Dios lo descubrió y lo reveló
(cf.
1 Ti. 3:6).
b) Génesis 3:1-15.
Es por los eventos
narrados en este pasaje que Satanás recibió el título de
«Serpiente», ya que
fue por medio de la serpiente que él se manifestó a Adán y Eva. Cada palabra
por él pronunciada y cada designio que él revela en esta historia de la caída de nuestros primeros
padres
es una evidencia de la personalidad de Satanás (cf. 2 Co. 11:3, 13-15; Ap.
12:9; 20:2).
c) Job 1:6-12;
2:1-13. Una revelación peculiar
de estos
pasajes es que Satanás tiene acceso a
Dios (cf. Lc. 22:31; Ap. 12:10) tanto como a los hombres (Ef. 6:10-12; 1 P. 5:8), y que él manifiesta
todas las características de
una verdadera personalidad.
d) Lucas 4:1-13. La personalidad de Satanás se revela también cuando se enfrenta en el desierto
con el Hijo de Dios, quien
es el postrer Adán. El que había ambicionado ser «semejante al Altísimo»
(Is. 14:14) y que había recomendado este mismo propósito al primer hombre (Gn. 3:5),
está ahora ofreciendo todas sus posesiones terrenales a Cristo, con la condición de que El se
postre a adorarlo. La autoridad y el poder que Cristo rechaza en esta ocasión serán recibidos
y ejercidos en el futuro por el personaje que las Escrituras denominan el Hombre de Pecado (2 Ts.
2:8-10; 1 Jn.
4:3).
e) Efesios 6:10-12. La táctica de Satanás y su lucha contra los hijos de Dios se presentan en este
pasaje como una prueba positiva de la personalidad de tan poderoso enemigo. Las Escrituras
no dicen que Satanás esté guerreando
contra los hombres no regenerados;
ellos le pertenecen
y, por lo tanto, están
bajo su autoridad (Jn. 8:44;
Ef. 2:2; 1 Jn. 5:19).
B. EL PODER DE SATANAS
Aunque Satanás se encuentra moralmente caído y ya fue juzgado
en la cruz (Jn. 12:31; 16:11;
Col. 2:15), él mantiene
todavía su elevada posición y no ha perdido sino un poco de su poder, el
cual, tanto en relación con su persona como con la autoridad que él ejerce, es revelado por las Escrituras
de la manera que señalamos a continuación:
1. Su poder
personal no puede ser
del todo estimado.
De acuerdo
a su propia declaración, que por cierto Cristo no negó, él tiene poder sobre los
reinos de este mundo, los cuales, habiendo sido entregados a él, puede darlos según los dictados de su propia voluntad (Lc. 4:6). Se dice que Satanás tenía el poder de la muerte (He. 2:14), pero
que este poder ha sido
ya entregado
a
Cristo (Ap. 1:18).
Satanás
tenía el poder sobre la enfermedad, como en el caso de Job (Job 2:7), y pudo zarandear
a Pedro como a trigo (Lc. 22:31;
1 Co. 5:5). La Biblia también revela que Satanás debilitaba
a las gentes, hacía temblar la tierra, trastornaba los reinos, puso el mundo como un desierto,
asoló las ciudades
y a sus presas nunca
abrió la cárcel (Is. 14:12-17). Contra el poder de Satanás ni aun el arcángel Miguel se atrevió a
usar juicio de maldición (Jud. 9); pero hay victoria para el Hijo de Dios por medio del poder del Espíritu y de la sangre de Cristo Jesús (Ef. 6: 10-12; 1 Jn. 4:4; Ap. 12:11). Satanás ejerce su autoridad y poder
solamente dentro de la voluntad
permisiva de Dios.
2. Satanás es ayudado por demonios.
El poder de
Satanás aumenta por
la innumerable
hueste de
demonios, quienes
hacen
su
voluntad y le sirven. Aunque él no es omnipresente, omnipotente u omnisciente, él tiene contacto por todo el mundo a través
de los espíritus malignos.
Los demonios juegan un papel muy importante en el control de Satanás sobre la tierra y hacen que
su poder esté presente
por todas partes (Mr. 5:9). Son capaces de morar y controlar
tanto animales como hombres (Mr. 5:2-5, 11-13) y aparentemente desean estar en cuerpos
físicos (Mt.
12:43-44; Mr.5:10-12).
A veces los demonios solamente tienen
influencia sobre los hombres, y en otros casos los
poseen de manera que sus cuerpos físicos y también su lenguaje está controlado
por demonios (Mt. 4:24; 8:16,28,33; 9:32; 12:22; Mr. 1:32;
5:15-16, 18; Lc. 8:36; Hch. 8:7; 16:16).
Al igual que Satanás, son totalmente malvados y maliciosos y afectan de esa manera a aquellos a quienes
ellos controlan
(Mt. 8:28; 10:1; Mr. 1:23; 5:3-5; 9:17-26; Lc. 6:18; 9:39-42).
En numerosos casos
muestran que saben que Jesucristo es Dios (Mt. 8:28-32;
Mr. 1:23-24; Hch.
19:15; Stg.
2:19).
De la misma manera que Satanás, los demonios están completamente enterados de que están
destinados al castigo eterno (Mt. 8:29; Lc. 8:31). Son capaces de traer desórdenes físicos (Mt.
12:22;
17:15-18; Lc. 13:16), así como enfermedad
mental (Mr. 5:2-13).
Si bien
algunos desórdenes mentales
pueden deberse a causas físicas, no hay duda de que algunas
formas de
enfermedad mental son debidas a un control demoníaco. La influencia demoníaca
puede guiar a
una falsa religión, al asceticismo y a la
incredulidad (1 Ti.
4:1-3).
El hecho de la influencia
de demonios en los cristianos
es evidente (Ef. 6:12; 1 Ti. 4:1-3).
Parece haber una diferencia entre el poder y la influencia de demonios sobre la gente no salva y aquellos que son nacidos de nuevo, debido al hecho de que el Espíritu Santo mora en el cristiano. Mientras que los demonios pueden tomar posesión de una persona no salva y pueden oprimir a
una persona salva, hay una diferencia en la duración y en el poder de la influencia demoníaca sobre aquellos que han nacido de nuevo. La obra de Satanás como un todo sería imposible si no
fuera por los innumerables
demonios que llevan a cabo sus deseos, y continuamente se entabla
una lucha de tremendas proporciones entre los
santos ángeles y los demonios.
PREGUNTAS
1. ¿Qué
lugar tenía Satanás originalmente en la creación de Dios?
2. ¿Cuáles
son algunas de las evidencias de que Satanás fue creado como una persona, y qué cualidades poseía antes de
su caída?
3. ¿ Cómo ejercita Satanás la función de una persona? Ilustrar esto de sus tratos con Adán y Eva,
Job y Cristo.
4. ¿Cómo se revela
la personalidad de Satanás en su conflicto
con los cristianos?
5. Explicar la evidencia del gran poder de Satanás.
6. ¿Cómo ayudan
los demonios a Satanás?
7. Ilustrar el grado de la influencia demoníaca en los hombres y hasta qué punto puede el hombre estar controlado por demonios.
8. ¿ Cómo están relacionados los demonios con los
desórdenes físicos
y
mentales
de
los
hombres?
9. ¿Cómo puede relacionarse la influencia
demoníaca con las falsas religiones
y las prácticas religiosas?
10. ¿Qué diferencia parece existir entre el poder y la influencia
de los demonios sobre la gente no
salva contrastada con aquellos que son salvos?
11. ¿Cómo el Espíritu Santo que mora en el cristiano le ayuda en su conflicto con Satanás y los
demonios?
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