25. El Hombre: Su Creación por Lewis
Sperry Chafer
A. El Hombre
Como
Un Ser Creado
Habiéndose descubierto en el medio de un universo maravilloso y siendo del más alto orden de
las criaturas físicas, el hombre,
naturalmente, buscaría la forma de entender
su propio origen tanto
como el origen de todas las cosas existentes. Dado que la Naturaleza no revela la creación del
hombre y la
tradición
no sería una fuente digna de confianza en la información, es razonable
esperar que Dios revelaría los
hechos esenciales acerca de la creación del
hombre en la Biblia.
En los primeros capítulos del
Génesis, y donde se quiera en la Biblia, la creación
del hombre se
enseña claramente en la Escritura.
A causa de que el origen del hombre es un asunto natural para la investigación y especulación,
aquellos que han tratado
de contestar la pregunta aparte de la Escritura
han hecho numerosas
tentativas para explicar
el origen
del
hombre. Estos
hechos
conflictivos demuestran que
el
hombre no tiene información cierta acerca de su origen a no ser la que la Biblia le pueda dar, y
sólo en la Escritura uno puede
esperar encontrar un relato completo y exacto.
Uno de los puntos de vista más comunes que se han levantado en contradicción con la doctrina
de la creación del hombre revelada en la Biblia es la teoría de la evolución. Esta teoría es que de
alguna manera llegó a la existencia
siendo una célula viviente y de esta célula viviente el hombre evolucionó por un proceso
de
selección natural.
La
evolución intenta
explicar todas
las complicadas formas de vida en este
mundo
por este proceso natural.
De acuerdo a la teoría de la evolución,
todas
las plantas, animales y el
hombre fueron formados
por un proceso de pequeños cambios llevados a cabo por mutaciones, las cuales se creen que explican todas las especies. Sin embargo, las mutaciones son casi invariablemente dañinas más
que beneficiosas, y nunca se han observado
series de mutaciones que sean beneficiosas o que
hayan producido
una
nueva especie.
De
acuerdo con esto,
mientras
que
el
registro bíblico
reconoce que puede haber variaciones dentro de las especies, declara que Dios creó los animales
«según su
especie» (Gn. 1:21,24,25)
En contraste
con los animales, el hombre fue
hecho a la imagen y semejanza de Dios
(1:26-27). Aunque muchos
adeptos a la evolución admiten que es
sólo una teoría y los fósiles
revelan que no ha habido evolución sistemática de las formas más bajas de vida a las formas más altas, la
evolución se constituye en la única explicación
que el hombre natural ha sido capaz de ofrecer en
contradicción a la doctrina bíblica de la creación; está basada
claramente en un concepto na- turalístico, más bien
que en el origen sobrenatural
del hombre.
De igual manera, la teoría de la así llamada evolución teísta -que Dios usó la evolución
como un método- para ser sostenida depende de una negación del significado literal de la narración
de la creación en
la Biblia.
La doctrina de la creación del hombre está enseñada claramente en la Escritura (Gn. 1:1 - 2:25;
Jn. 1:3; Col. 1:16; He. 11:3). El primer capítulo
de Génesis se refiere a Dios como el Creador
cerca de diecisiete
veces, y se pueden en- contrar cerca de cincuenta
referencias más en la Biblia. Algunas enseñan directamente sobre la creación, y otros pasa-
jes implican que Dios es el Creador de Adán y Eva (Ex. 20: 11; Sal. 8:3-6; Mt. 9:4-5; Mr. 10:6-7; Lc. 3:38; Ro. 5:12-21;
1
Co. " 11:9; 15:22, 45; 1 Ti. 2:13-14). El verdadero concepto de la creación es que Dios creó el
mundo de la nada, puesto que en Génesis 1:1 no se hace mención de ninguna existencia previa.
Como se presenta en Génesis, el
hombre es la máxima obra de
Dios en la creación, y se declara
que toda la creación tuvo lugar en seis días. Entre aquellos que aceptan la " Biblia como la obra
inspirada de Dios se han dado diferentes explicaciones a estos días de la creación. Algunos ven la narración de Génesis 1 como una re-creación siguiendo una primera creación, la cual fue juzgada y
destruida en conexión con la caída de Satanás y los ángeles caídos. Esto nos daría la evidencia
de que el mundo inorgánico existía mucho antes de la creación descrita en los seis días de Génesis 1-2.
Algunos miran los seis
días
como períodos de tiempo, más cortos o
más largos que veinticuatro horas, porque
la palabra «día» a veces
es
usada para
períodos
más largos, así como
en la expresión «el día del Señor». Otros insisten, sin embargo, que, dado que se usan los números con la palabra «día», debe aplicarse a un día de veinticuatro horas. En este caso se presupone que Dios
creó el mundo con edad aparente, como lo hizo, por ejemplo, en la creación
del hombre mismo y en el caso de los animales. Otros, sin embargo, señalan a la sugerencia de que el tiempo
involucrado fue más largo
que veinticuatro horas debido a
expresiones
como
las de Génesis 1:
11, donde el árbol frutal se presenta creciendo
de la tierra. Mientras que Dios podría haber creado un árbol completamente crecido,
el hecho de que se diga que crece implica un período más largo
que veinticuatro horas. Mientras que los evangélicos han diferido en
la interpretación precisa del proceso de la creación, la mayoría de
los intérpretes que sostienen la inspiración e infalibilidad de la Biblia atribuyen la presente existencia de los animales y del hombre a la creación inmediata de
Dios, y en la Escritura no hay evidencia
del desarrollo evolucionario de las
especies
por leyes naturales.
B. La Naturaleza Del Hombre
De acuerdo al testimonio de la Escritura, el hombre, en su forma humana presente, fue creado por
Dios como la conclusión
y consumación de toda la creación. Se dice del hombre que fue
hecho a la imagen y semejanza de Dios (Gn. 1:26) y que Dios respiró en él el aliento de vida (Gn.
2:7). Estas distinciones califican
al hombre por sobre todas las otras formas de vida que están
sobre la tierra e indican que el hombre es una criatura moral con intelecto, capacidad para sentir
y
voluntad.
Hablando en líneas generales, la creación
del hombre incluyó aquello que era material «<el
polvo») e inmaterial «(el aliento de vida»). Esta doble
distinción tiene referencia al «hombre exterior» y al
«hombre interior» (2 Co. 4: 16); «el vaso de barro» y «su tesoro» (2 Co. 4: 7). Mientras que el alma y el espíritu del hombre se presentan existiendo
para siempre, el cuerpo retorna al polvo desde
donde fue formado, y el espíritu va a Dios quien lo dio (Ec. 12:7). De acuerdo
a ello, la gente
puede matar el cuerpo
pero no matar el alma (Mt.10:28).
Cuando la Escritura considera la parte inmaterial del hombre, a veces usa varios términos intercambiables
(cf. Gn. 41:8 con Sal. 42:6; Mt. 20:28 con 27:50; Jn. 12:27 con 13:21; He. 12:23 con
Ap. 6:9), aun aplicando estos términos a Dios (Is. 42:1; Jer. 9:9; He. 10:38) y a los animales
(Ec. 3:21; Ap. 16:3). Algunas
veces se distingue el espíritu,
del alma del hombre (1 Ts. 5:23; He.
4:12).
A pesar de las altas funciones
de la parte inmaterial del hombre, a veces se atribuyen al espíritu y
a veces al alma (Mr. 8:36-37; 12:30; Lc. 1:46; He. 6:18-19; Stg. 1:21); el espíritu se menciona usualmente en las Escrituras como aquella parte del hombre la cual es capaz de contemplar a Dios, y el alma es aquella parte del hombre la cual está relacionada al yo y las varias funciones
del intelecto, sensibilidades
y voluntad del
hombre.
Sin embargo, también
se usan otros términos de la naturaleza
inmaterial del hombre tales
como el corazón (Ex. 7:23; Sal. 37:4; Ro. 9:2; 10:9-10; Ef. 3:17; He. 4:7). Otro término usado es aquel
en cuanto a la mente del hombre, ya sea en referencia a la pecaminosidad de la mente del hombre
no salvo (Ro. 1:28;
2
Co. 4:4; Ef. 4:17-18;
Tit. 1:15), o a la mente renovada que posee un cristiano (Mt. 22:37; Ro. 12:2; 1 Co. 14:15; Ef. 5:17). Otras expresiones tales como «voluntad»
y
«conciencia»
también se refieren a la parte
inmaterial del hombre.
Dada la variedad de términos que a veces son usados en sentido similar y a veces en contraste
el uno con el otro, muchos han considerado la división del hombre en material e inmaterial como la división básica;
pero aun aquí expresiones como «alma» y «espíritu» a
veces son usadas para la totalidad
del hombre incluyendo
su cuerpo.
Algunas religiones paganas sostienen que el origen inmaterial de la naturaleza del hombre es preexistente; esto significa
que ha existido eternamente y sólo se encarna en el principio
de la existencia humana; esto no está sostenido por la Escritura.
Otro punto de vista ofrecido por algunos teólogos evangélicos es que el alma es creada por Dios en el principio
de la existencia humana individual; esta
teoría
tiene dificultades en cuanto a la
pecaminosidad del hombre.
Probablemente el mejor punto de vista, conocido como el traducianismo, es que el alma y el
espíritu fueron propagados
por generación natural, y por esta razón el hombre recibe un alma y
espíritu pecaminosos, porque sus padres son pecadores.
El cuerpo humano del hombre es la habitación del alma y el espíritu
del hombre hasta que muera. Aunque acaba con la muerte, está sujeto a resurrección. Esto es verdadero en cuanto a los
salvos y los no salvos, aunque las resurrecciones son diferentes. A veces
el cuerpo tiene referencia como la «carne» (Col. 2:1, 5), y se usa para el cuerpo de Cristo) (1 Ti. 3: 16; 1 P. 3: 18). Otras
veces se refiere a la naturaleza
pecaminosa,
la cual incluye el alma y el espíritu, como en la
declaración de Pablo que él había «crucificado la carne» (Gá.5:24).
De acuerdo a ello, la carne no debe considerarse sinónimo con el cuerpo en todos los pasajes, puesto que puede implicar
todo el hombre no regenerado.
Los cuerpos
de las personas salvas son declarados como «templos» (Jn.
2:21; 1 Co. 6: 19; Fil.
1
:20), aunque al mismo tiempo sus cuerpos son considerados como «vasos de barro» (2 Co. 4:7),
cuerpos «viles» (Fil. 3:21), cuerpos para
ser mortificados (Ro. 8:13; Col.
3:5) y cuerpos los cuales tienen que
ser mantenidos
en
sujeción (1 Co. 9:27).
Los
cuerpos de los salvos
serán transformados, santificados, salvados
y redimidos y finalmente glorificados para siempre en la
venida de Cristo por su Iglesia (Ro. 8:11,17-18,23; 1 Co. 6:13-20;
Fil. 3:20-21). Jesucristo poseía
un cuerpo humano perfecto antes de su muerte, y después de su resurrección tenía un cuerpo de
carne y hueso que es el ejemplo del cuerpo de resurrección del creyente. El término «cuerpo» se
usa también como una figura de la iglesia como el cuerpo de Cristo y del cual Cristo es
la cabeza.
PREGUNTAS
1. Aparte de la Biblia, ¿tiene el hombre algún tipo
de conocimiento con respecto a
su origen?
2. ¿De qué manera explica la teoría de la evolución el origen
del hombre?
3. ¿Qué sostiene
la evolución deísta?
4. ¿En qué manera el hombre difiere de los animales, y qué relación
tiene esto con el problema del origen
del pecado?
5. ¿Qué evidencia
existe en la Escritura de la creación del hombre?
6. ¿ Cuáles son varias de las explicaciones que se buscan al relato de las Escrituras del hombre
como ser
creado en seis días?
7. ¿Por qué crees que la explicación bíblica del origen del hombre como ser creado es superior a la teoría evolucionista?
8. ¿ Qué significa la declaración de que el hombre es hecho a la imagen y
semejanza de Dios?
9. ¿ Qué significado tienen «espíritu» y «alma» cuando se usan en relación al hombre?
10. ¿Qué otros términos se usan para describir la parte inmaterial del hombre además de alma y espíritu?
11. Exponer otras opiniones
sobre el origen de la naturaleza
del hombre como ser preexistente
o ser creado en el nacimiento de cada individuo.
12. ¿Qué es el traducianismo (teoría que explica el origen del alma y espíritu del hombre) y por
qué es, probablemente,
superior que cualquier otro
punto de vista?
13. ¿Qué significado tiene el término «carne», en la Biblia. y en qué sentido se usa?
14. ¿En qué sentido es un templo el cuerpo
de una persona salvada?
15. ¿En qué se funda la esperanza de
una persona salvada de ser
transformada y glorificada?
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